Fecha: 24.11.2015

Autor: DENISSE GUZMAN

Asunto: SANACIÓN MILAGROSA

Quiero dar fe del milagro del Dr. José Gregorio Henandez. Hace aproximadamente 15 años, tenía 17 años, cuando mi madre se enfermo con una pancreatitis. Estuvo dos meses en el hospital ya los médicos no sabían que hacer. Mi tio es Dr. busco a los mejores médicos y ya no nos daban esperanza de vida para mi madre. Había escuchado del Dr. Hernandez y decidí rezarle. Conocí de su vida y decidí rezarle contanta fe y tanto amor para que interceda ante Dios por la salud de mi madre. Rezaba novena tras novena, lloraba por miedo de quedarme sola y encendía velas azules por la salud de mi mamá. Un día, al regresar del colegio y luego de haber dejado prendida una vela encontré el plato sin señas de que había encendido velas, así me sucedía cada vez que encendía una vela. Nunk entendí porque no quedaba ni una señal de haber encendido una vela más aún siendo azul. Un día el Dr. de mi mamá decide hacerle su última operación luego de haber intentado dos veces. Ese día deje en la habitación de mi mamá algodón y un vaso con agua. Mientras mi mamá estaba en el quirófano el doctor salió y dijo no sé que sucedió, no sé que pasó, no pude operarla pero hubo una explosión adentro como que hubieren destapado un desague y que era un milagro porque él no lo hizo. Al despertar mi mamá, me dijo mija quien era el señor que estuvo aqui???????Mi mamá me nombró a un señor que vivía en playas. Le dije que señor mamá, nadie ha entrado, el señor de sombrero que estaba al pie mío, con rostro sudado que me miraba pero no le pude hablar. Me uso las manos encimas y no me podía mover. Yo noo quería creer, era muy jóven pero era José Gregorio. Luego de una semana le dieron de alta a mi mamá y le enseñe la foto de José Gregorio y me dijo que el había estado ahí y que le había puesto las manos encima y que no podía moverse. Aquí comprendí que mi José Gregorio me había hecho el milagro. Hoy gracias a Dios mi madre está viva y da fe de lo sucedido. Aproximadamente hace 8 días, inicié una novena por la sanación de mi tía pero fue muy tarde, pero sentí un apretón de manos al rezar que no las pude separar y me quede helada. No sé si fue apretón de resignación, si fue mi tía que se despidió pero sentí una fuerza sobrenatural mientras rezaba. La fe mueve montañas, Dios es misericordioso y nos escucha. No perdamos la fe. Doy mi testimonio del Dr. hernadez para que algún día sea reconocido como santo por sus milagros. Amen.